julio 13, 2013

Un baño de realidad



Es una regla fija, matemática e inalterable, que llegado el verano a todas horas nos bombardean con imágenes de cuerpos esculturales en los medios de comunicación. Las webs, revistas y diversos programas se empeñan en mostrarnos a esos monumentos ambulantes, femeninos y masculinos, en su grácil deambular por las playas y costas españolas y extranjeras. Monumentos humanos que provocan que te mires al espejo y pienses; Dios, ¿En serio pertenecemos a la misma raza? Pero que mal repartido está el mundo...

Disconformidad que puede incluso producirte un sentimiento interior difícil de digerir, una depresión total, vamos. Cuando realmente te hacen creer que el mundo está repleto de dioses y diosas del olimpo que cada verano se dignan a pasear su divino palmito por el mundo terrenal, regalándote la vista con su espectacular presencia pero hundiéndote a la vez en los fangos de la realidad, la de la certeza de que, ni naciendo de nuevo, podrías tener jamás ese cuerpazo. 




Y ti, un human@ de a pie, con tus chichas, esos kilillos adoptados, y esa celulitis que parece que alguien estuvo jugando a machaca al topo entre tus dos muslos, te entran ganas de comprarte un burka de baño.

Pero no te deprimas, no creas nada de eso, voy a indicarte que existe un lugar ideal para rebatir ese sentimiento de bajón general, un lugar destinado a iluminar la conciencia de los pocos elegidos para ello, los que están preparados para saber que todo es mentira, que el mundo real no es así y ese lugar se llama… aquapark. 


Porque en la playa a penas alcanzas a ver la voluptuosidad de tus vecinos de toalla y la de algún que otro ingenuo que te tropieces en el urgido camino entre la toalla y las olas, mientras vas más preocupad@ en que nadie vea tus imperfecciones que en fijarte tú en las de ellos.  Pero en el aquapark la verdad es revelada ante tus ojos. Una verdad en forma de michelines y michelones, de barriguitas y barrigotas, de tripitas colgonas y descolgadas, de celulitis rebelde en culetes grandes y pequeños. De estrías capaces de dar la vuelta al mundo sin motor, pechugas despechugadas que se retuercen entre extraños amarrijos de bikini y espectaculares espaldas dobles e incluso triples. Y piensas, Dios, ¿es que acaso he muerto y me hallo en el nirvana?, ¿he sido transportado al mundo de los imperfectos, donde mi cuerpo serrano no destaca para bien ni para mal?

Sí, existe ese lugar donde no hay modelos de cuerpos prietos y bien definidos, y donde en el remoto caso de que hubiese alguna, sería mirada con extrañeza e incluso con repulsión por el resto de humanas a su derredor, con cara de; ¿de dónde ha salido este bicho raro que no tiene ni siquiera una mísera piel de naranja?

Es pues un auténtico baño de realidad, porque sí, porque ahí están los humanos de verdad, los de a pie. Y puede que mal de muchos sea consuelo de tontos, pero seguro que también tú escondes algún que otro michelín por ahí... ;).

Buen finde cuerpos diez ;). 

julio 09, 2013

Lavado de cara :)


      Renovarse o morir que dicen los que saben. Espero que os guste el nuevo aspecto de mi blog, además he habilitado la función seguidores para que sea más fácil para los bloggeros seguir las entradas. Y además he añadido una fotogalería, con lo poco que me gustan las fotos tiene su mérito ¿eh? ;-P.

    Os deseo un feliz verano, que descanséis lo que podáis, que disfrutéis más de lo que podáis y acomodéis el alma al cuerpo, para que os acompañe a cada paso que deis.

    Un beso enorme para tod@s de una caperucita veraniega. 

El Príncipe de Hielo

            Dos años han pasado desde que publiqué Mi propio Turco de Telenovela, una novela que me ha dado muchas alegrías, una novela con ...